As a young adult fresh out of missionary life, I used to listen frequently to Christian music. I found inspiration and fervor singing along to all the CD’s I had purchased after picking out my favorite tunes on the radio. Certain songs I listened to over and over again, due to their relevance in my life at the time.
As the seasons of my life changed and I became a wife and mother to a brood of little ones, I realized how precious silence was and stepped away from listening to music. I never turn on the radio anymore and never pop in CD’s. I don’t have a Pandora app on my phone and don’t go to concerts. Any moment of silence is now a treasure.
But I recently started a new job and my coworker enjoys playing Christian music in the background while we work and I realized once again how enriching music can be. For the past few days I have been singing to myself: “All I know is I’m not home yet, this is not where I belong. Take this world and give me Jesus. This is not where I belong…” (song by Building 429) It reminds me over and over again that the only truly important thing in my life is my Lord and my God.
Today’s readings are full of many such reminders: Moses reminded the people in today’s First Reading: “If only you would heed the voice of the LORD, your God, and keep his commandments and statutes that are written in this book of the law, when you return to the LORD, your God, with all your heart and all your soul.” The Psalm Response proclaims: “Turn to the Lord in your need and you will live.” The Second Reading states: “Christ Jesus is the image of the invisible God, the firstborn of all creation. For in him were created all things in heaven and on earth, the visible and the invisible, whether thrones or dominions or principalities or powers; all things were created through him and for him. He is before all things, and in him all things hold together. He is the head of the body, the church.” And finally, the Gospel reminds us “You shall love the Lord, your God, with all your heart, with all your being, with all your strength, and with all your mind, and your neighbor as yourself.”
All of these words from Sacred Scripture point toward one thing. God is God and I am not. He has everything in the palm of His hand. He’s got this. No matter how messy life gets (or how noisy), He’s got this.
I pray that each of you may find a few moments of silence to cherish today, and may they be spent in His presence. Who knows, maybe you will even find yourself singing “Take this world and give me Jesus. This is not where I belong…”
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Como adulta joven que recién había salido de la vida misionera, solía escuchar música cristiana con frecuencia. Encontraba inspiración y fervor cantando todos los CDs que había comprado después de elegir mis canciones favoritas en la radio. Ciertas canciones las escuchaba una y otra vez, por su relevancia en mi vida en aquel momento.
A medida que esta época de mi vida se iba cambiando y me convertí en esposa y madre de varios pequeños, me di cuenta de lo precioso que era el silencio y dejé de escuchar música. Ya nunca enciendo la radio y nunca pongo CDs. No tengo una app de Pandora en mi teléfono y no voy a conciertos. Ahora considero cualquier momento de silencio un tesoro.
Pero recientemente comencé un nuevo trabajo y mi compañera de trabajo disfruta escuchar música cristiana mientras trabajamos y me di cuenta una vez más de lo enriquecedora que puede ser la música. Durante los últimos días me he estado cantando a mí mismo: “Todo lo que sé es que todavía no estoy en casa, no pertenezco en este lugar. Toma este mundo y dame a Jesús. No pertenezco en este lugar…” (canción por Building 429) Me recuerda una y otra vez que lo único que es verdaderamente importante en mi vida es mi Señor y mi Dios.
Las lecturas de hoy están llenas de muchos recordatorios de este tipo: Moisés le recordó al pueblo en la Primera Lectura de hoy: “Si tan solo escucharan la voz de Jehová su Dios, y guardaran sus mandamientos y estatutos que están escritos en este libro de la ley, cuando vuelven al SEÑOR, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma”. El Salmo Responsorial proclama: “Vuelva al Señor en tu necesidad y vivirás”. La Segunda Lectura dice: “Cristo Jesús es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, lo visible y lo invisible, sean tronos o dominios o principados o potestades; todas las cosas fueron creadas por medio de Él y para Él. Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas subsisten en Él. Él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia”. Y finalmente, el Evangelio nos recuerda: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo”.
Todas estas palabras de la Sagrada Escritura señalan una sola cosa. Dios es Dios y yo no. Él tiene todo en la palma de Su mano. Él lo tiene. No importa cuán desordenada se ponga la vida (o cuán ruidosa), Él lo tiene.
Espero que cada uno de ustedes pueda encontrar unos momentos de silencio para atesorar hoy, y que los pase en Su presencia. Quién sabe, tal vez incluso te encuentres cantando “Toma este mundo y dame a Jesús. No pertenezco en este lugar…”
Tami Urcia grew up in Western Michigan, a middle child in a large Catholic family. She spent early young adulthood as a missionary in Mexico, studying theology and philosophy, then worked and traveled extensively before finishing her Bachelor’s Degree in Western Kentucky. She loves tackling projects, finding fun ways to keep her little ones occupied, quiet conversation with the hubby and finding unique ways to love. She works at for Christian Healthcare Centers, is a guest blogger on CatholicMom.com and BlessedIsShe.net, runs her own blog at https://togetherandalways.wordpress.com and has been doing Spanish translations on the side for over 20 years.
Feature Image Credit: Amy Tran, unsplash.com/photos/nHRjqkRIuTE