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Planted in You / Arraigado en Ti

Jul 27 2024

Planted in You / Arraigado en Ti

I’ve recently had some remodeling done in my home. My dwelling place is a sound structure. Built in the mid 70’s, wear and tear in the space turned into something that was potentially dangerous, damaging and costly. It became glaringly apparent that it was time to keep the good and get rid of things that stifled my life and wellbeing.

The parable in today’s Gospel is similar. Jesus compared heaven to the man who planted good seed and while all were asleep an evil man sowed weeds in his field. The servants noticed the weeds and asked if they should pull them up. The master said to leave them until the harvest so the good in the field didn’t get destroyed.  When it was time to harvest, they were to gather the weeds first for burning and save the good.

I knew I wasn’t going to strip my condo down to the studs and throw out everything I own. I’ve been fairly productive and many good things have happened during the years I’ve lived in my home. When I noticed bad situations arising, I adjusted in order to be fruitful, aware that a more permanent change would be needed soon. The Alleluia verse from James 1:21 illustrates these situations, “(Therefore, put away all filth and evil excess and) humbly welcome the word that has been planted in you and is able to save your souls.”

A field, a home, or a soul created with the divine seed is good and pleasing, rooted in love. I knew I had to get rid of the bad and non-productive parts of my life. I had to acknowledge there were things or habits that had to be removed both emotionally and physically. Doing so allowed me to grow in a way that was pleasing to the Divine Sower.

Lord, grant me eyes to see, ears to hear, and a mind to acknowledge and accept your Divine Word planted in me. Help me to continue on the path to heaven in your Divine Light. Amen.

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Recientemente hice algunas remodelaciones en mi casa. Mi hogar es una estructura sólida. Construido a mediados de los años 1970, el desgaste del espacio se convirtió en algo potencialmente peligroso, dañino y costoso. Se hizo evidente que era hora de conservar lo bueno y deshacerme de las cosas que asfixiaban mi vida y mi bienestar.

La parábola del Evangelio de hoy es semejante. Jesús comparó el cielo con el hombre que sembró buena semilla y mientras todos dormían, un hombre malo sembró cizaña en su campo. Los sirvientes notaron la cizaña y preguntaron si debían arrancarla. El maestro dijo que la dejaran hasta la cosecha para que lo bueno del campo no se destruyera. Cuando llegaba el momento de cosechar, primero debían recoger la cizaña para quemarla y guardar lo bueno.

Sabía que no iba a desmantelar mi condominio por completo y tirar todo lo que poseía a la basura. He sido bastante productiva y han sucedido muchas cosas buenas durante los años que he vivido en mi casa. Cuando noté que surgían situaciones malas, me adapté para ser fructífera, consciente de que pronto sería necesario un cambio más permanente. La aclamación antes del Evangelio de Santiago 1,21 ilustra estas situaciones: “(Por tanto, desechan toda inmundicia y exceso de maldad y) acepten dócilmente la palabra que ha sido sembrada en ustedes y es capaz de salvarlos.”

Un campo, un hogar o un alma creados con la semilla divina son buenos y agradables, arraigados en el amor. Sabía que tenía que deshacerme de las partes malas y no productivas de mi vida. Tuve que reconocer que había cosas o hábitos que debían eliminarse tanto emocional como físicamente. Hacerlo me permitió crecer de una manera que agradaba al Divino Sembrador.

Señor, concédeme ojos para ver, oídos para oír y mente para reconocer y aceptar tu Divina Palabra plantada en mí. Ayúdame a seguir el camino hacia el cielo en tu Luz Divina. Amén.

Comunicar con la autora

Beth Price is part of the customer care team at Diocesan. She is a Secular Franciscan (OFS) and a practicing spiritual director. Beth shares smiles, prayers, laughter, a listening ear and her heart with all of creation. Reach her here bprice@diocesan.com.

Feature Image Credit: Paula Brustur, unsplash.com/photos/green-potted-plant-ngzjG6ZhoDw