In a recent homily our Pastor reminded us that, while people like actors or athletes may be referred to as the greatest of all time, Jesus tells us that John the Baptist is the original G.O.A.T. As I reflected on today’s Scripture passage and what made John the Baptist great, what struck me is that, from his conception on, John did not do what people expected.
First, he was conceived by parents who everyone thought were infertile. Even his father, likely jaded from years of disappointment, didn’t believe it could happen when an ANGEL FROM GOD told him it would. Then his parents gave him a name that no one expected him to have, though its meaning, “God has been gracious,” couldn’t have been more fitting for him. His public ministry, too, took people by surprise: a wild man who lived in the desert and ate locusts and wild honey, and one who, at perhaps the height of his popularity, told everyone to follow someone else.
I can’t help but think John’s tendency to not do or be what people expected is a lesson for all of us. From the beginning of his existence, John did only what God expected of him. I know that I need to worry less about what people think about the things I do and consider more what God thinks. Perhaps St. John the Baptist could be not only a model for us in this goal, but also an intercessor.
St John the Baptist, GOAT and master of defying expectations, pray for us!
En una homilía reciente, nuestro párroco nos recordó que, si bien las personas como los actores o los atletas pueden ser considerados los más grandes de todos los tiempos, Jesús nos dice que Juan el Bautista es el más famoso original. Mientras reflexionaba sobre el pasaje de las Escrituras de hoy y las grandes cosas que hizo Juan el Bautista, lo que me llamó la atención es que, desde su concepción en adelante, Juan no hizo lo que la gente esperaba.
Primero, fue concebido por padres que todos pensaban que eran infértiles. Incluso su padre, probablemente hastiado por años de desilusión, no creía que pudiera suceder cuando un ÁNGEL DE DIOS le dijo que sucedería. Entonces sus padres le dieron un nombre que nadie esperaba aunque su significado, “Dios ha sido misericordioso”, no podría haber sido más apropiado. Su ministerio público también tomó a la gente por sorpresa: un hombre salvaje que vivía en el desierto y comía langostas y miel silvestre, y quien, quizás en la cima de su popularidad, les decía a todos que siguieran a otra persona.
No puedo evitar pensar que la tendencia de Juan a no hacer o ser lo que la gente esperaba es una lección para todos nosotros. Desde el comienzo de su existencia, Juan hizo sólo lo que Dios esperaba de él. Sé que debo preocuparme menos por lo que la gente piensa de las cosas que yo hago y considerar más lo que Dios piensa. Quizás San Juan Bautista podría ser no sólo un modelo para nosotros en este objetivo, sino también un intercesor.
San Juan Bautista, maestro de desafiar las expectativas, ¡ruega por nosotros!
J.M. Pallas has had a lifelong love of Scriptures. When she is not busy with her vocation as a wife and mother to her “1 Samuel 1” son, or her vocation as a public health educator, you may find her at her parish women’s bible study, affectionately known as “The Bible Chicks.”
Feature Image Credit: Cristian Gutiérrez, LC, cathopic.com/photo/10009-bautismo-de-jesus