In today’s first reading from Acts 15, Peter and James stress the importance of God extending His covenant to the Gentiles. Rather than placing undue burden on the Gentiles by imposing on them the obligations of the Mosaic covenant to them, He calls all to a greater standard of following Christ. This standard involves moral precepts, such as avoiding idols and unlawful marriages, but it does not require the array of ritual prescriptions such as circumcision that the Jews needed to follow to remain close to God.
Jesus picks up this theme in the Gospel reading by drawing a connection. He says, “As the Father loves me, so I also love you. Remain in my love” (John 15:9). He continues, “If you keep my commandments, you will remain in my love. . . . I have told you this so that my joy might be in you and your joy might be complete” (John 15:10–11).
Jesus tells us of His love for us and His desire for us to remain in His love. He then takes it a step further, drawing a connection between love and morality: “If you keep my commandments, you will remain in my love.” Just as the Gentiles are called to remain in the love of God by following certain moral precepts, so too are we called to remain in God’s love by keeping His commandments. As we follow the commandments of God, we experience Christ’s desire for His joy to be in us and our joy to be complete.
This may come as a surprise to those of us who are used to thinking of our relationship with God as something primarily characterized by a sense of connection and perhaps emotions. These are important elements of the relationship, but Jesus is telling us that there is a direct connection between the moral life and our relationship with Him. If we keep His commandments, then we will remain in His love. Although we are not expected to follow the ritual-ceremonial precepts of the Law of Moses, we are still held to a certain moral standard by the commandments of God. This entails things like the Ten Commandments, the Beatitudes, and Jesus’ teaching on subjects like marriage, financial stewardship, and citizenship. Not to mention the extension of His teaching authority present in the teaching of the Church.
To remain in someone’s love, to remain in a proper relationship with a person, we seek to do things that will bring us closer to them. We avoid doing things that would distance ourselves from them. The amazing thing is that this attention to God’s commandments will bring us great joy. If we attend both of these elements of our relationship with God, we will experience great joy!
En la primera lectura de hoy de Hechos 15, Pedro y Santiago enfatizan la importancia de que Dios extienda su alianza a los gentiles. En lugar de imponer una carga indebida a los gentiles al imponerles las obligaciones de la alianza mosaica, Él llama a todos a un estándar mayor de seguir a Cristo. Esta norma implica preceptos morales, como evitar los ídolos y los matrimonios ilegales, pero no requiere el conjunto de prescripciones rituales como la circuncisión que los judíos debían seguir para permanecer cerca de Dios.
Jesús retoma este tema en la lectura del Evangelio estableciendo una conexión. Él dice: “Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor” (Juan 15,9). Y continúa: “Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena” (Juan 15,10-11).
Jesús nos habla de su amor por nosotros y de su deseo de que permanezcamos en su amor. Luego va un paso más allá y establece una conexión entre el amor y la moralidad: “Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor”. Así como los gentiles son llamados a permanecer en el amor de Dios siguiendo ciertos preceptos morales, también nosotros estamos llamados a permanecer en el amor de Dios guardando Sus mandamientos. Al seguir los mandamientos de Dios, experimentamos el deseo de Cristo de que Su gozo esté en nosotros y que nuestro gozo sea completo.
Esto puede ser sorprendente para los que estamos acostumbrados a pensar en nuestra relación con Dios como algo caracterizado principalmente por un sentido de conexión y quizás por las emociones. Estos son importantes elementos de la relación, pero Jesús nos está diciendo que hay una conexión directa entre la vida moral y nuestra relación con Él. Si guardamos Sus mandamientos, permaneceremos en Su amor. Aunque no se espera que sigamos los preceptos rituales-ceremoniales de la Ley de Moisés, los mandamientos de Dios todavía nos exigen un cierto estándar moral. Esto implica cosas como los Diez Mandamientos, las Bienaventuranzas y las enseñanzas de Jesús sobre temas como el matrimonio, la administración financiera y la ciudadanía. Sin mencionar la extensión de Su autoridad docente presente en la enseñanza de la Iglesia.
Para permanecer en el amor de alguien, para mantener una relación adecuada con una persona, buscamos hacer cosas que nos acerquen a ella. Evitamos hacer cosas que nos distanciarían de ellos. Lo sorprendente es que esta atención a los mandamientos de Dios nos traerá gran gozo. Si prestamos atención a ambos elementos de nuestra relación con Dios, ¡experimentaremos un gran gozo!
David Dashiell is a freelance author and editor in Nashville, Tennessee. He has a master’s degree in theology from Franciscan University, and is the editor of the anthology Ever Ancient, Ever New: Why Younger Generations Are Embracing Traditional Catholicism.
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