In the Gospel today we see the story of Matthew, a tax collector, being called by Jesus. Notice the authority in Jesus’ voice and the immediate response of Matthew to leave his job and follow Christ.
I think it is helpful to have some context into this Gospel passage. Tax collectors during this time were collecting money that was to go to the state. Tax collectors were also notorious for over taxing people and keeping a percentage of the extra money for themselves, so they were not well liked. So Matthew was not only looked down upon by the Jews, but this was also his main source of income. Dropping everything and following Jesus took a huge amount of trust. It’s almost as if he was thinking he had a stable income and his life was set, but he was willing to throw it all away for this man he just met who was claiming to be the Messiah.
Let’s tie this into our lives today. Sometimes Jesus asks difficult things of us. Whether it be discerning our vocation, thinking about a new job offer, or volunteering our time with an organization we support, sometimes Jesus asks us to disrupt our lives. At times He asks us to turn in a completely different direction than where we thought we were going and that is when we need to trust. We should ask for the grace to trust like Matthew did in today’s Gospel, but we should also ask for eyes to see as God sees.
I think of the Indiana Jones movie where he has to take a leap of faith and jump down what looks like an open pit, just to find out that there was a bridge there that could not be seen clearly. We all have to take a leap of faith in our own lives. It can be difficult to see the plans of God and where he is moving us, but we should take comfort in knowing that he is the one who created us, he knew us before we were born, he wants our ultimate happiness, and he is in control.
When we switch our mindset from thinking our way is the best, to trusting in God who knows us better than we know ourselves, our lives change for the better, even if we cannot see the immediate effects of what God is doing in our lives. This does not make the leap easy, but it should give us the proper mindset and trust to make the leap.
Let’s all ask for the same grace today that Matthew received over 2,000 years ago. God is calling you to something amazing, just like he called his apostles. They were willing to give up their entire lives for this man they had just met. What is God calling you to this year? Are you willing to take a leap of faith?
From all of us here at Diocesan, God bless!
En el Evangelio de hoy vemos la historia de Mateo, un recaudador de impuestos, siendo llamado por Jesús. Note la autoridad en la voz de Jesús y la respuesta inmediata de Mateo de dejar su trabajo y seguir a Cristo.
Creo que es útil tener algo de contexto en este pasaje del Evangelio. Los recaudadores de impuestos durante este tiempo recolectaban dinero que iba al estado. Los recaudadores también eran conocidos por cobrar excesivamente a las personas y quedarse con un porcentaje del dinero extra, por lo que no eran muy queridos. Así que Mateo no sólo era menospreciado por los judíos, sino que también era su principal fuente de ingresos. Dejar todo y seguir a Jesús requirió una gran cantidad de confianza. Es casi como si estuviera pensando que tenía un ingreso estable y su vida estaba establecida, pero estaba dispuesto a tirarlo todo a la basura por este hombre que acababa de conocer y que decía ser el Mesías.
Pongamos esto en el contexto de nuestras vidas hoy. A veces Jesús nos pide cosas difíciles. Ya sea discernir una vocación, pensar en una nueva oferta de trabajo o ofrecer el tiempo como voluntario en una organización que apoyamos, a veces Jesús nos pide que alteremos nuestras vidas. A veces nos pide que tomemos una dirección completamente diferente a la que pensábamos que íbamos y es en estos momentos que tenemos que confiar. Deberíamos pedir la gracia de confiar como Mateo en el Evangelio de hoy, pero también deberíamos pedir tener ojos que vean cómo Dios ve.
Me hace pensar en la película de Indiana Jones, donde tiene que hacer un acto de fe y saltar por lo que parece un precipicio muy profundo, solo para descubrir que allí había un puente que no se veía claramente. Todos tenemos que dar un salto de fe en nuestras propias vidas. Puede ser difícil ver los planes de Dios y hacia dónde nos está moviendo, pero debemos consolarnos al saber que él nos ha creado, nos conoció antes de que naciéramos, quiere nuestra felicidad suprema y está en control.
Cuando cambiamos nuestra mentalidad de pensar que nuestro camino es el mejor, a confiar en Dios, que nos conoce mejor que nosotros mismos, nuestras vidas cambian para mejor, incluso si no podemos ver los efectos inmediatos de lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. Esto no hace que el salto sea fácil, pero debería darnos la mentalidad y la confianza adecuadas para dar el salto.
Pidamos todos hoy la misma gracia que recibió Mateo hace más de 2.000 años. Dios te está llamando a algo maravilloso, tal como llamó a sus apóstoles. Estaban dispuestos a dar toda su vida por este hombre que acababan de conocer. ¿A qué te está llamando Dios este año? ¿Estás dispuesto a dar un salto de fe?
De parte de todos nosotros aquí en Diocesan, ¡Dios los bendiga!
Tommy Shultz is a Business Development Representative for Diocesan. In this role he is committed to bringing the best software to dioceses and parishes while helping them evangelize on the digital continent. Tommy has worked in various diocese and parish roles since his graduation from Franciscan University with a Theology degree. He hopes to use his skills in evangelization, marketing, and communications, to serve the Church and bring the Good News to all. His favorite quote comes from St. John Paul II, who said, “A person is an entity of a sort to which the only proper and adequate way to relate is love.”
Feature Image Credit: Kid Circus, unsplash.com/photos/silhouette-photo-of-man-jumping-on-body-of-water-during-golden-hour-7vSlK_9gHWA