I have a special fondness for Philip who gave the Good News to Bartholomew, otherwise known as Nathaniel. I was part of the first group of men to be ordained to the Permanent Diaconate in 27 years in our diocese. I believe there was a lot of scrambling at the time to get this program started again. The one thing I do remember is that we were required to do 1,000 contact hours plus our studies to be ordained. I didn’t think at that time it would be possible. Remember this, if the Lord wants something done he can make it happen!
I like how Phillip explained to Bartholomew that Jesus showed how the Old Testament foretold that the Messiah would come. Not only that, but Philip wanted to take Bartholomew to meet Jesus. Bartholomew was not impressed. “Can anything good come from Nazareth?” Why in the world would he say something like that!? Because, Nazareth was known to be an insignificant place. There was nothing there that made it stand out among the people. I guess he thought the Messiah should come from someplace more important. (Remember the stable?)
Phillip finally convinced Bartholomew to go meet Jesus. When they arrived Jesus said “Here is a true child of Israel. There is no duplicity in him.” Wow! Can you imagine hearing Jesus say those words to you? Jesus knew the depths of Bartholomew’s heart before he even got there! “That’s nice,” you say. But wait! That means that He knows the depths of our hearts too! Maybe that sounds scary to us. “I’m ok with him knowing the good, but I don’t want him seeing the bad and the ugly!” That’s one reason why the Lord gave us the Sacrament of Confession, to reconcile us to him. It may seem like the closer we get to the Lord the more he reminds us of our sinful nature, but he is purifying us to be more like himself.
What a great God we have! He is always with us, ready to send help when we need it. Many times when we don’t get it it’s because we haven’t asked Him. Remember, Jesus doesn’t take away our free will. Sometimes I wish that that were not true! Have you ever asked the Lord for help in living in his will? I believe that a lot of us need His help. Just take a look at the world today and see how Christianity is being persecuted in many ways. The COVID fiasco has convinced a lot of people that watching the Mass on TV is sufficient or have stopped going to Mass all together. And over half of Catholics no longer believe in the true presence of Jesus, Body, Blood, Soul, and Divinity in the Eucharist. Very sad!
Let us praise and thank him for all the blessings and graces that he continues to pour upon us. Amen?
Serving with joy!
Tengo un cariño especial por Felipe, quien le dio la Buena Nueva a Bartolomé, también conocido como Natanael. Fui parte del primer grupo de hombres ordenados al Diaconado Permanente en 27 años en nuestra diócesis. Creo que hubo mucho alboroto en ese momento para que este programa se pusiera en marcha de nuevo. Una cosa que sí me acuerdo es que nos exigieron que hiciéramos 1000 horas de contacto más nuestros estudios para ser ordenados. No pensé en ese momento que sería posible. Pero, acuérdense, si el Señor quiere que se haga algo, ¡puede hacerlo realidad!
Me gusta cómo Felipe le explicó a Bartolomé que Jesús mostró cómo el Antiguo Testamento predijo la venida del Mesías. No sólo eso, sino que Felipe quería llevar a Bartolomé a conocer a Jesús. Bartolomé no quedó muy impresionado. “¿Acaso puede salir de Nazaret algo bueno?” ¿¡Por qué diría algo así!? Porque se sabía que Nazaret era un lugar insignificante. No había nada allí que lo hiciera destacar entre la gente. Supongo que pensó que El Mesías debería venir de algún lugar más importante (¿te acuerdas del establo?).
Felipe finalmente convenció a Bartolomé para que fuera al encuentro de Jesús. Cuando llegaron Jesús dijo: “Éste es un verdadero israelita en el que no hay doblez”. ¡Increíble! ¿Te imaginas escuchar a Jesús decirte esas palabras? ¡Jesús conocía las profundidades del corazón de Bartolomé incluso antes de que llegara allí! “Ah, que bueno”, dices. Pero espérate, ¡eso significa que Él también conoce lo más profundo de mi corazón! Quizás eso te suene aterrador. “¡Me parece bien que sepa lo bueno, pero no quiero que vea lo malo y lo feo!” Esa es una de las razones por las que el Señor nos dio el Sacramento de la Confesión, para reconciliarnos con él. Puede parecer que cuanto más nos acerquemos al Señor, más nos recuerda de nuestra naturaleza pecaminosa, pero él nos está purificando para que seamos más como él.
¡Qué Dios tan grande tenemos! Él siempre está con nosotros, listo para enviarnos ayuda cuando la necesitemos. Muchas veces cuando no lo recibimos es porque no se lo hemos pedido. Acuérdate que Jesús no nos quita el libre albedrío. ¡A veces desearía que eso no fuera cierto! ¿Alguna vez le has pedido ayuda al Señor para vivir en Su voluntad? Creo que muchos de nosotros necesitamos su ayuda. Basta con echar un vistazo al mundo actual y ver cómo el cristianismo está siendo perseguido de muchas formas. El fiasco del COVID ha convencido a mucha gente de que ver la misa por televisión es suficiente o han dejado de ir a misa por completo. Y más de la mitad de los católicos ya no creen en la verdadera presencia de Jesús, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en la Eucaristía. ¡Que triste!
Alabémosle y agradezcámosle por todas las bendiciones y gracias que sigue derramando sobre nosotros. ¿Amén?
¡Sirviendo con alegría!
Deacon Dan Schneider is a retired general manager of industrial distributors. He and his wife Vicki have been married for over 50 years. They are the parents of eight children and thirty-one grandchildren. He has a degree in Family Life Education from Spring Arbor University. He was ordained a Permanent Deacon in 2002. He has a passion for working with engaged and married couples and his main ministry has been preparing couples for marriage.
Featured Image Credit: camilo jimenez, https://unsplash.com/photos/human-heart-OermHGSUzhI