Rejoicing is the theme of today’s readings on this Gaudete Sunday. We are filled with joy, because the Lord is coming and is almost here! “God is the joy of my soul,” the prophet Isaiah says in the first reading. He truly is my joy, my God, my all.
I have joy because I know what is to come. My Savior, Jesus Christ, will soon be born again. Joy beams in the broad smile that instantly bursts onto my face when I see a friend or family member. I feel joy hearing a child giggle or an adult unexpectedly laugh out loud. I rejoice knowing that the love of the Lord is really present in my life and in the world.
Being human, there are many times that I forget that joy. The words proclaimed in the first reading remind me to make my ways straight, to prepare for His presence in the world and most importantly, in my life. I need to be intimately aware of this Companion on my journey during the highs and lows and turns and twists of life, the gift of Christ Jesus and the Holy Spirit.
The “O Antiphons”, which begin annually on the 17th of December, are seven ancient refrains that proclaim titles of the Messiah going back to the 4th century. They are sung or prayed during evening prayer before the Magnificat during the days leading up to Christmas Eve. Each speaks about the coming of the Messiah from prophets of the Old Testament.
“O Wisdom” is today’s refrain before the Gospel. “O Wisdom of our God Most High, guiding creation with power and love: come to teach us the path of knowledge!” I have joy in the wisdom and knowledge of what is to come: my Savior, Jesus Christ. I am aware of the joy of anticipation of a birth or new beginning. It is the gift of metanoia, a change of heart to begin anew with the graces given to me through His humble birth to Mary.
May my soul rejoice in my Lord and Savior! May I be granted a metanoia of heart and spirit to grow in wisdom and knowledge that leads me closer to the glory and wonder of God. Amen!
El regocijo es el tema de las lecturas de hoy en este Domingo de Gaudete. ¡Estamos llenos de alegría, porque el Señor viene y ya casi está aquí! “Me alegro en el Señor con toda el alma”, dice el profeta Isaías en la primera lectura. Él es verdaderamente mi alegría, mi Dios, mi todo.
Tengo alegría porque sé lo que está por venir. Mi Salvador, Jesucristo, pronto nacerá de nuevo. La alegría brilla en la amplia sonrisa que aparece instantáneamente en mi rostro cuando veo a un amigo o un familiar. Siento alegría al escuchar a un niño reírse o a un adulto inesperadamente reír a carcajadas. Me regocijo sabiendo que el amor del Señor está realmente presente en mi vida y en el mundo.
Siendo ser humano, muchas veces me olvido de esa alegría. Las palabras proclamadas en la primera lectura me recuerdan que debo enderezar mis caminos, prepararme para Su presencia en el mundo y, lo más importante, en mi vida. Debo estar íntimamente consciente de este Compañero en mi viaje durante los altibajos y los giros y vueltas de la vida, el don de Cristo Jesús y el Espíritu Santo.
Las “O Antífonas”, que comienzan anualmente el 17 de diciembre, son siete antiguos estribillos que proclaman títulos del Mesías desde el siglo IV. Se cantan o rezan durante la oración de la tarde ante el Magníficat durante los días previos a la Nochebuena. Cada uno habla de la venida del Mesías de los profetas del Antiguo Testamento.
“Oh Sabiduría” es el estribillo de hoy antes del Evangelio. “¡Oh Sabiduría de nuestro Dios Altísimo, que guías la creación con poder y amor: ven a enseñarnos el camino del conocimiento!” Tengo gozo en la sabiduría y el conocimiento de lo que está por venir: mi Salvador, Jesucristo. Soy consciente de la alegría de la anticipación de un nacimiento o un nuevo comienzo. Es el don de la metanoia, un cambio de corazón para comenzar de nuevo con las gracias que me fueron dadas a través de Su humilde nacimiento a María.
¡Que mi alma se regocije en mi Señor y Salvador! Que se me conceda una metanoia de corazón y espíritu para crecer en sabiduría y conocimiento que me acerque a la gloria y la maravilla de Dios. ¡Amén!
Beth Price is part of the customer care team at Diocesan. She is a Secular Franciscan (OFS) and a practicing spiritual director. Beth shares smiles, prayers, laughter, a listening ear and her heart with all of creation. Reach her here bprice@diocesan.com.
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