Suppose a new employee at your company was struggling. She is overwhelmed and not completing her tasks. Recently she burst into tears and went home in the middle of the day. She was gone for the next few days with a cold she may or may not have had. What should be done?
According to company policy, the administration would not be wrong to fire her. There have been enough complaints. She’s not doing the job she’s paid to do. Is that a merciful response? Mercy is love we do not deserve. One could argue she does not deserve to be kept on. The company has work that needs to be done, other people are picking up the slack, and financial resources must be used wisely.
What would Jesus do? I suspect he’d take a merciful stance and seek a way to help this employee be successful. He’d look for creative ways to support her and train her in skills that would help her thrive. He would recognize that she cried because she cared. Seldom do we weep over things we don’t care about. His way might make others angry, especially those who may be inconvenienced for a time while she gets up to speed. His way might frustrate the chief financial officer who is trying to keep the company going in a challenging economic environment. And his way offers undeserved love in the form of mercy. Wouldn’t we all want that if we were the struggling employee? Wouldn’t we want someone to care enough to choose a harder but more merciful path?
Jesus confronts the rule-driven Pharisees over and over and ultimately pays for it with his life, but he always prioritizes the person in front of him who needs him and we can follow his example. I cannot heal a withered hand but I can reach out to another person and offer help even if it’s inconvenient or against the “rules.” I’d like to think Jesus would be happy with that decision.
Supongamos que una nueva empleada de tu empresa estaba batallando bastante. Está abrumada y no completa sus tareas. Recientemente empezó a llorar y se fue a casa a mitad del día. Estuvo fuera durante los siguientes días debido a un resfriado que pudo haber tenido o no. ¿Qué se debe hacer?
Según la política de la empresa, la administración no se equivocaría si la despidiera. Ya ha habido suficientes quejas. Ella no está haciendo el trabajo por lo cual la están pagando. ¿Esa es una respuesta misericordiosa? La misericordia es el amor que no merecemos. Se podría argumentar que no merece que la mantengan. La empresa tiene trabajo que hacer, otras personas están cubriendo el puesto y los recursos financieros deben usarse sabiamente.
¿Qué haría Jesús? Me imagino que adoptaría una postura misericordiosa y buscaría una manera de ayudar a esta empleada a tener éxito. Buscaría formas creativas de apoyarla y capacitarla en habilidades que la ayudarían a prosperar. Él reconocería que ella lloraba porque el trabajo le importaba. Rara vez lloramos por cosas que no nos importan. Su manera de actuar podría enfadar a los demás, especialmente a aquellos que puedan sufrir molestias durante un tiempo mientras ella se pone al día. Su manera de actuar podría frustrar al director financiero que intenta mantener la empresa en marcha en un entorno económico desafiante. Y su camino ofrece amor inmerecido en forma de misericordia. ¿Todos no querríamos eso si fuéramos esa empleada con dificultades? ¿No nos gustaría que alguien se preocupara lo suficiente como para elegir un camino más difícil pero más misericordioso?
Jesús se enfrenta una y otra vez a los fariseos impulsados por reglas y finalmente paga por ello con su vida, pero siempre prioriza a la persona que tiene delante que lo necesita y nosotros podemos seguir su ejemplo. No puedo curar una mano seca, pero puedo acercarme a otra persona y ofrecerle ayuda incluso si es inconveniente o va en contra de las “reglas”. Me gustaría pensar que Jesús estaría contento con esa decisión.
Merridith Frediani loves words and is delighted by good sentences. She also loves Lake Michigan, dahlias, the first sip of hot coffee in the morning, millennials, and playing Sheepshead with her husband and three kids. She writes for Catholic Mom, Diocesan.com, and her local Catholic Herald. Her first book Draw Close to Jesus: A Woman’s Guide to Adoration is available at Our Sunday Visitor and Amazon. You can learn more at merridithfrediani.com.
Feature Image Credit: Dan Meyers, unsplash.com/photos/dont-give-up-you-are-not-alone-you-matter-signage-on-metal-fence-hluOJZjLVXc